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Nuestra Historia

IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA LAS CONDES

Alrededor del año 1971 nuestra hermandad, inspirada por el Espíritu Santo,sintió la necesidad de abrir obra misionera en el sector oriente de la capital de Chile, con un doble propósito:

  • Contar con un lugar en el sector oriente de Santiago, en el cual reunirse y esparcir las buenas nuevas del evangelio, ya que había familias (laicos, profesores), -incluidas las de los pastores que trabajaban en el domicilio de la Unión Chilena, ubicada cerca de la actual estación Escuela Militar de la línea del Metro-;  y,

  • Trasladar el colegio adventista que funcionaba en calle Isidro en el centro de Santiago, en un edificio ruinoso, imposible de seguir impartiendo enseñanza en ese lugar.

 

El Señor intervino en forma providencial, ya que un miembro de iglesia (don Francisco Aguilera Gajardo), pasando por el sector de Apoquindo,vio una propiedad que se arrendaba; y, al bajarse , el Señor proporciono los contactos precisos para adquirir una señorial casona, estilo neoclásico,ubicada en Avenida Apoquindo esquina Luis Zegers, corazón (en ese tiempo) de la comuna de Las Condes, la que reunía todos los requisitos básicos necesarios para instalar una iglesia; y, además el colegio de enseñanza secundaria anteriormente mencionado, el que en el año 1963, había abierto sus puertas, siendo Director el profesor Sergio Olivares. Este Liceo Adventista de Santiago lo hizo empezando con tres años de enseñanza secundaria, 186 estudiantes y nueve maestros. Esta misma institución, posteriormente es la que se trasladó a esta propiedad, por lo que fue conocido en adelante como Colegio Adventista de Las Condes (CALC).

 

En esta propiedad de la comuna de Las Condes había funcionado el internado el Craighouse School, el que se había trasladado recientemente a un nuevo lugar más amplio, donde actualmente se encuentra ubicado el Apumanque.

 

La casona estaba equipada hasta con laboratorio de química y biología, tenía unos jardines espectaculares, piscina y salas adicionadas a la casona principal;no obstante lo anterior, estaba abandonada por cerca de un año. Por lo tanto, hubo que acondicionarla para nuestros fines. Por lo que un grupo de profesores, pastores, familiares y laicos se pusieron manos a la obra acomodando las dependencias.

 

Teniendo en cuenta todas estas ventajas, en un tiempo realmente breve, invocando al Señor para que mostrara Su voluntad en la realización de este proyecto; vimos Su mano, ya que se unió la División Sudamericana, la Unión Chilena y el campo local, todas instituciones adventistas, para entregar los recursos y proceder a la adquisición de la propiedad, que había sido construida por don Fernando Márquez de la Plata, a quien se le compró.

 

La casona principal contaba en el frontis con un amplio salón de Damas y uno contiguo de Caballeros separado por un amplio pasillo que desembocaba en un hall amplísimo que comunicaba con el segundo piso con una escala maravillosa donde posteriormente se realizaron muchos eventos, ya que recordaba a los salones suizos.

 

El primer salón, el de las Damasera amplio, bellísimo, cómodo, con grandes ventanales, luminoso y abrigadito, con una chimenea de mármol que calentaba los fríos inviernos,(que en ese tiempo eran extremadamente helados  en Santiago) se usó como salón para realizar nuestra actividades de adoración los días sábados, tanto de escuela sabática como del segundo servicio.

 

La primera reunión contó con 26 miembros, los que se constituyeron como grupo organizado para adecuar el lugar a nuestras necesidades, como ya se indicó más arriba, realizando funciones de jardinería, limpieza,

 

Ya en las reuniones siguientes fueron adicionándose más miembros, no siendo más de 40, entre los cuales se puede destacar la familia de don Carlos Almonte y Edith Koncilja y sus hijos, la familia de don Manuel Aguilera y su señora Amalia Gajardo, con sus hijos Francisco y Gladys, la familia de don Julio Padilla y Sebastiana Argote y sus hijas Maritza, Ilsen, Ivonne y Franklin, familia Bravo, familia del pastor Werner Maier, familia de don Mario Ogsaen, familia Plaza, la señora Ana Saavedra Derpich, familia de don Abner Soto, familia Ossio, señorita Graciela Rivadeneira, y, otras personas cuyos nombres se nos escapan.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El segundo año el número de asistentes aumentó considerablemente y, a poco andar fue necesario ampliarnos y así fue como se utilizó el salón de Caballeros, igual de hermoso que el de las Damas y también equipado con chimenea de mármol.

 

Nuestras actividades eran hermosas y muy familiares, nos turnábamos para tomar la lección de escuela sabática entre don Julio Padilla, don Francisco Aguilera y don Carlos Almonte. También se colaboraban con el Pastor en los sermones.

 

Así estuvimos algunos años, hasta que en la parte de pensó que en la propiedad se podía construir las dependencias de una iglesia, ya que el terreno era de unos 7.500 metros cuadrados. Por lo tanto, se echaron los cimientos del proyecto, donde los laicos aportaron significativamente en el financiamiento del mismo; consiguiéndose grandes rebajas en los costos: el arquitecto (don Julio Padilla Torreblanca) aportó con el proyecto arquitectónico, y el constructor encargado fue el Hermano José Miguel Valdivia; además, don Carlos Busso, donó un lindo vitral (diseñado por don Julio Padilla) cuyo motivo evangélico adventista es el mensaje de los 3 ángeles de Apocalipsis 14:6-11.

 

La construcción de la iglesia ubicada en los terrenos de la propiedad, con la dirección de Luis Zegers 130, fue dirigida por el hermano Belfor Yara Tirado. Una vez terminada la construcción de esta iglesia, fue dedicada al Señor, en una ceremonia solemne, realizada el 20 de noviembre de 1993, a las 11:00 horas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta iglesia llegó a estar constituida por más de 250 miembros que asistían regularmente,  realizando significativas actividades, en que el compañerismo y cooperación con el Colegio Adventistas de Las Condes (CALC),fue la tónica de estos años, labor que fue realmente muy fructífera; y, cuyo último director fue don David Gómez, ya que una vez vendida la propiedad se trasladó a la comuna de La Reina, con el nombre de John Andrews Adventist Academy.

 

En este lugar, la iglesia funcionó, siendo un faro de luz espiritual, hasta el año 2019, fecha en que emigramos transitoriamente porque la propiedad había sido vendida (dos años antes), el motivo era que debíamos esperar hasta que se construyera el nuevo templo en la propiedad adquirida para tal efecto.

 

Con esta nueva variable, la de no tener un lugar donde congregarnos, se había nombrado con anterioridad,una comisión para ubicar posibles propiedades que satisficiera nuestras necesidades de funcionamiento de adoración a Dios.

 

Tal es así que después de mucho buscar y sufrir muchos sinsabores, ya que además de onerosas las propiedades posibles solo nos permitían realizar nuestras actividades solo en la mañana del sábado. Pero, de nuevo el Señor nos bendijo, guiándonos a un lindo lugar transitorio donde congregarnos, y fue en Tomas Moro 261 interior. En esta oportunidad fue el hermano Fernando Diaz, quien, con su esposa, se encontraban visitando posibles lugares para arrendar, pasaron por el frontis de la Villa de Vida Natural (ex Lazaeta Acharan), e inspirados por el Señor se bajaron a ver si era posible que nuestra comunidad pudiese realizar las actividades religiosas propias en ese lugar.

 

El lugar era realmente apropiado, ya que se trata de una villa que se encuentra en medio de la ciudad, pero tiene todas las características rurales. Su ubicación es en Tomas Moro 261 interior.

 

Esta propiedad, de 4.000 metros cuadrados, contaba con una casona que había sido el internado donde se realizaban los tratamientos de Vida Sana Lazaeta Acharán, amplios estacionamientos y un gimnasio que la comunidad judía había adecuado como sinagoga. Aquí fue donde pasamos todo el tiempo de la pandemia; no obstante, la membresía se mantuvo, aunque algunos de ellos emigraron transitoriamente a iglesias cercanas.

 

En este período de pandemia nos dirigió el pastor Luis Araya (q.e.p.d.), quien trabajó lado a lado con nosotros en la habilitación del lugar que arrendamos en Tomas Moro; posteriormente, terminó la adecuación del lugar el pastor Edinson Jaque, lugar que además necesitó labores de arquitectura y levantamiento de espacios techados y a resguardo del viento y la lluvia. Así cooperaron con el pastor Jaque, los misioneros Jahzeel Celis, Cristian Milla, Gerson Bobadilla y numerosos laicos.

 

En este lugar nos unimos como nunca ya que tuvimos que acomodarlo a nuestros requerimientos, colaboraron más de 100 personas diarias todo el mes de enero 2019, donde hicimos labores de carpintería, pintura, jardinería, construcción, etc., etc.

 

Nuestros miembros, en este período de pandemia, pudieron mantener su membresía en la IASD Las Condes, primordialmente porque nos mantuvimos trasmitiendo nuestras actividades ON Line por YouTube, en el canal de la Iglesia de Las Condes. Este canal fue inaugurado en el año 2014, fecha en que de nuevo se manifestó el Señor, ya que nosotros sin saber lo importante que seria contar con el en los años venideros, incorporamos la tecnología del momento.

 

Así es como volviendo al tiempo de la pandemia, pudimos realizar, aunque sin público, bautismos, sermones y escuela sabática on line, matrimonios, ungimientos.

 

Terminada la pandemia, tuvimos la bendición de ser la primera iglesia de la Asociación Metropolitana Chilena en hacerlo en forma presencial, ya que sí era solicitado por numerosa feligresía que estaba muy dispuesta a reencontrarse con los hermanos en la fe.

 

 

En febrero del año 2022, estando terminada la construcción del templo nuevo, en conjunto con la John AndrewsAcademy, se llevo a cabo la inauguración de ambos edificios.

 

No obstante, tuvimos que esperar casi un año, lo que sucedió en enero del año 2023 toda vez que se encontraba en esa fecha recepcionado por la Municipalidad, teniendo recién el gozo de llegar a nuestro hogar ubicado en Avenida IV Centenario 415 esquina calle Monroe, edificio que puede albergar hasta 450 miembros.

 

Por el momento, habitualmente nos congregamos un promedio de 280 personas en forma presencial y promedio unas 1.000 online; y esperamos pronto, con la ayuda del Señor, llenar este templo que estamos dedicando al Señor Todopoderoso hoy 02 de diciembre de 2023, dado que la membresía local es más numerosa.

 

Desde el mes de enero 2023 estamos usando las dependencias adecuadas para el funcionamiento cabal de la iglesia, ya sea para actividades de adultos, jóvenes y niños y básicamente para el desarrollo de una congregación como la nuestra.

 

 

 

 

 

 

Actualmente en este año 2023, se encuentra a la dirección de la iglesia, el Pastor Jonathan Solís, quien se encontraba desempeñando sus funciones en Uruguay, y, del misionero, pastor de los Jóvenes, Jaime Valdebenito.

 

El salón construido expresamente para funcionar como templo de iglesia cuenta con las instalaciones requeridas, modernas y de última generación imprescindibles para la liturgia adventista de adoración al Señor y los intensos requerimientos del día sábado.

 

En el diseño original hay dependencias que se requieren para actividades complementarias, cuya construcción está pendiente, transformándose en un tercer piso.

 

Esta es una breve reseña de la rica historia de la IASD Las Condes cuyo templo dedicamos.

 

Las Condes, Diciembre de 2023

Franciso Aguilera
Don Francisco Aguilera Gajardo
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Don Carlos Almonte
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Don Julio Padilla
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IASD Las Condes - Luis Zegers 130
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IASD Las Condes - Tomás Moro 261 Interior
Ceremonia colocación primera piedra e inicio de obras
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Nuevo Templo IASD Las Condes - IV Centenario 415
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